Los drones son de gran utilidad en el auxilio de extinción de incendios y, especialmente, en aquellos lugares de difícil acceso como puede ser naves industriales de grandes extensiones o en edificios de altura superior a las escalas de los bomberos.
Con la plataforma adecuada y el sensor necesario, se puede realizar una inspección previa a cualquier actuación en la extinción de incendios, con la localización de «puntos calientes», lo que permite abordar la toma de decisiones con mayor eficacia, seguridad y eficiencia.
De igual manera, los drones son los mejores aliados para una primera inspección tras el incendio, mostrando zonas donde es seguro entrar o no, detectando la posibilidad de derrumbes, materiales peligrosos, etc.
Igualmente, son capaces de colectar pruebas, incluida la captación de gases traza, antes de que nadie pueda entrar.